Mala es un recodo en el desierto costero peruano que está cercado por las estribaciones cordilleranas y el océano que arrulla sus playas.
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Bellezas naturales de Mala |
El origen del nombre, Mala1, es análogo al de Lima; la grafía posee diferente morfología y significados pero ambos topónimos tienen el mismo origen lingüístico.
Mala es un estrecho valle angular de fértil tierra que ofrece al visitante la verde belleza de sus paisajes regado por las sagradas aguas de un río2, también riquezas históricas ocultas3, una singular y excepcional gastronomía4, la bonhomía de su gente y, además, viejas tradiciones como las dos expresiones culturales que cada año, entre los meses de diciembre y febrero, resurgen en el valle. Una de ellas es una danza costumbrista que se practica en diferentes regiones del país, cada una con sus propias características, que se conoce como la Danza de Pallas.
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del blog en caso llegaran a emplear mis notas para labores de estudio u
otros intereses, sírvanse indicar al autor del blog, Carlos Narciso Manco
Ramos, como fuente de información en consideración a la propiedad intelectual.
Muchas gracias.
PALLAS es un término quechua. Fue registrado por Felipe Huamán Poma de Ayala en sus crónicas de 1610, en las que resalta que las pallas eran mujeres que formaban parte de la nobleza inca:
“Las Señoras pallas que son hijas de los ingas, y caballeros Hanan Cuzco, Lurin Cuzco, se llaman pallas”
El origen de la danza de pallas es desconocido, aunque se elucubra que sus raíces están en épocas del incario y que se realizaban como ofrenda ceremonial de agradecimiento a la naturaleza en una temporada de cambio estacional en las zonas andinas: el arribo de las lluvias que fecundarán a la madre tierra. Es probable que con la invasión hispana, la implantación del cristianismo y la lamentable extirpación de idolatrías, la danza de pallas sufrió una simbiosis y, en concordancia a las fechas de llegada de las lluvias, fue adaptada a la navidad en un proceso llamado sincretismo religioso, como lo hicieron en aldeas de Huarochirí donde los nativos escondían sus milenarios ídolos debajo de las imágenes católicas que sacaban en procesión, o en el cercano Calango5 donde la imagen de una virgen reemplazó a su piedra sagrada Coyllor Sayana.
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Registros históricos |
Son escasos los escribas que han descrito esta danza costumbrista. En el siglo XIX el acuarelista costumbrista Pancho Fierro capturó imágenes de una comparsa de pallas en Lima (1820), en el año 1890 un migrante francés redactó un párrafo sobre las “payas” (sic). Información que son mostradas en la imagen que se muestra. Al parecer, en la capital se practicó esta danza hasta fines del mencionado siglo según don Ricardo Palma al escribir sobre las "pallas".
LAS HUAÑAS
En pueblos de las cuencas de Omas, Asia y del entorno de Yauyos cultivaron esta danza costumbrista a la que denominaban Pastoras o HUAÑAS. Con el transcurrir de los siglos, esta expresión dancística con talante propio se fue difundiendo hacia los cercanos pueblos costeros como Mala donde, según los recuerdos de mi infancia, siempre se las ha denominado Huañas. El estilo de danza, atavíos y símbolos de las integrantes del colectivo son similares en todos los lugares mencionados y al parecer, según muestran los detalles de la acuarela de Pancho Fierro, la danza de pallas de Lima antigua también era parecida a las huañas.
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Pallas de Lima y Huañas de Huañec (Yauyos) |
MIS RECUERDOS DE LAS HUAÑAS
Mi infancia y niñez la viví en “La Pista”, los maleños llamaban así al sector de la nueva carretera Panamericana inaugurada a fines de 1949, en este tramo se ubicaban los puestos de frutas. Las huañas hacían su aparición durante las festividades de navidad, alineadas en columnas y mostrando su notable arte iban recorriendo las escasas calles del pueblo de Mala, pequeño y rural, hasta que llegaban a “La Pista”.
Las lindas jóvenes cubrían sus cabezas con blancos sombreros e iban ataviadas con coloridos atuendos: una especie de fina lliclla cruzada sobre la blusa, delicadas pañoletas de colores colgaban de la faja que ceñían sus cinturas. En la parte posterior de las faldas que vestían, se colocaban un anaco negro bordado con hilos dorados, ribeteados con pequeños espejos que, en cada movimiento que realizaban, deslumbraban. Portaban un largo carrizo forrado con papel cometa, el cual tenía una copa arbórea con bellas flores de papel multicolor a la que llamaban “azucena”. Las bellas danzarinas iban acompañadas por una diminuta orquesta compuesta de arpa, violín, flauta de carrizo y un sonajero.
Al detenerse en un determinado lugar de la calle, las huañas ejecutaban una repetida coreografía, bailaban cadenciosamente por momentos zapateaban, se desplegaban sacudiendo sus azucenas sobre el piso cantando cortas estrofas dedicadas a la navidad con agudas voces, muy peculiares, mientras el sonajero evolucionaba entre las filas de las jóvenes agitando con energía su instrumento de madera y anillos de metal.
El sonajero que me dejaba pasmado e impresionado fue don Rufino Vega Chumpitaz6, quien era un tipo delgado, de baja estatura y vestido con impecable camisa blanca y pantalón ocuro tenía una prodigiosa habilidad para agitar armónicamente el instrumento musical y simultáneamente, muy ensimismado, se contorsionaba rítmicamente bailando entre las filas de huañas, en cada evolución que hacía don Rufino las sonajas se elevaban hacia el cielo y cadenciosamente bajaban hasta el ras del suelo.
En un determinado momento la agrupación dejaba de danzar, tocar y cantar, entonces las guapas huañas se dirigían al círculo de espectadores y elegían a algún joven, tal vez al azar, y les colocaban una de sus suaves pañoletas de colores alrededor de sus cuellos. Conocedores de la tradición, los jóvenes o señores ataban un billete7 en la pañoleta y las devolvían a la sonriente danzarina que se los había colocado.
Luego de un breve descanso el pasacalle de las huañas continuaba su recorrido. Algunas familias solían armar enormes nacimientos en la sala de sus hogares donde, sobre todo en las fechas de bajada de reyes, organizaban alegres fiestas. Las huañas también eran invitadas a estas casas para que hagan honores al niño Jesús con sus artísticos dones. La temporada de huañas concluía el día de pascua de reyes. Después de sus presentaciones finales interpretando melancólicas canciones procedían a un acto simbólico: la quema de azucenas. Los largos bastones de forma arbórea y sus bellas flores multicolores eran incinerados como cumpliendo, implícitamente, un antiguo ofrecimiento a las ancestrales deidades.
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HUAÑAS EN LA ACTUALIDAD
Confieso que desde mi adolescencia, por imponderables de la vida, no he vuelto a presenciar la danza de las huañas cuyos recuerdos guardo en mi memoria. Gracias a las redes sociales y medios regionales me entero que en Mala, y diversos pueblos del entorno, la niñez y la juventud están recuperando esta tradición gracias a los esfuerzos de maestros y personas entusiastas.
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Niños y jóvenes cultivando la ancestral danza |
También he observado que a la agrupación de huañas han sumado parejas de danzantes varones que enriquecen los movimientos coreográficos.
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Parejas de jóvenes danzantes |
CODA
a) Al parecer el término HUAÑAS es un gentilicio otorgado a las damas oriundas del distrito de Huañec, perteneciente a Yauyos, región del cual proviene el estilo típico de esta danza tradicional.
b) Otra manifestación cultural en Mala es la “Danza de los Chunchos”. Recuerdo que la paracticaban los viejos habitantes de Bujama8, cuando era un pequeño caserío de labradores de la antigua hacienda y de expertos pescadores. Los chunchos iban ataviados con largas túnicas, máscaras, bastones y penachos de coloridos plumajes sobre la cabeza.
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Muchas gracias.
Estas breves reseñas están basadas en mis recuerdos y podría enriquecerse si amigos contemporáneos me hicieran llegar datos y fotografías de aquellas épocas.
SOBRE EL LIBRO
Amigo lector los artículos que, de manera concisa, serán publicados en este blog provienen de un serio trabajo de investigación y que se encuentran en el libro ‘Mala. Valle Generoso, Pueblo Milenario. Etimología e Historia’; compuesto por varios temas relacionados al distrito, desde el origen del nombre, historia, tradiciones, relatos hasta la gastronomía local, a manera de una pequeña enciclopedia (ver enlace http://malagenerosa.blogspot.pe/2013/08/el-libro.html).
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Maqueta-borrador del libro de mi autoría |
Un trabajo que, de concretar su publicación, será de gran utilidad para el estudiantado, la colectividad interesada en la historia de Mala y para promotores turísticos. En el libro encontrarán material y fuentes bibliográficas que les permitirán emprender futuras indagaciones. Aún no he logrado publicarlo (he recurrido, infructuosamente, a dos gestiones anteriores de la Municipalidad de Mala en busca de apoyo); estoy en búsqueda de filántropos o mecenas que gusten y apoyen la cultura para hacerlo realidad.
NOTA
6 El eximio sonajero Rufino Vega Chumpitaz fue el padre del conocido guitarrista y cantautor maleño Jesús “Chato” Vega, un amigo de la niñez y juventud.
7 En esas épocas el billete de más baja denominación era un billete verde de cinco soles.
AVISO: Agradeceré, amigos lectores, que en caso llegaran a emplear mis notas para labores de estudio u otros intereses sírvanse mencionar al suscrito, autor del blog y del libro, como su fuente de información en consideración a la propiedad intelectual. Gracias.
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